Todos creemos tener un
destino previsto en esta vida, siempre buscamos hacer planes para seguir un
proyecto de vida que hemos ideado en nuestra cabeza, pero lo que no sabemos es
que muchas veces las cosas no salen como lo planeamos, según el proverbio bíblico
“los planes son del hombre, pero la última palabra la tiene Dios”, por lo cual
se puede decir que el futuro realmente es incierto.
Pero ¿se puede hacer algo para
cambiar este futuro? La respuesta es sí, muchas veces el futuro que hemos de
tener son meras consecuencias de las acciones que hemos hecho en el pasado y la
forma en la que actuamos en el presente. Una buena forma de cambiar mi futuro
es el revisar el cómo me estoy comportando y las acciones que he realizado y hacer
un pare para reflexionar, ¿será que estas acciones van acorde a lo que quiero
obtener en un futuro? O es que realmente ¿no estoy haciendo nada para alcanzar
esas metas que tanto anhelo?
Para mí el futuro siempre es y será incierto,
mi futuro predeterminado solo lo sabe Dios, yo hasta hora se que mañana me vestiré
de azul y ¿quién sabe si de pronto este predeterminado que se derrame el café y
me toque cambiar de ropa? Pues no se sabe así que puede que tengamos un plan
para nuestro futuro, y también puede que un cualquier día algo pase y este plan
se desmorone por completo y seguro tengas que cambiar de plan para el futuro,
son cuestiones que no se pueden predecir, yo quisiera terminar mi carrera,
trabajar, casarme y tener hijos como una familia normal, pero si mañana me gano
el baloto de pronto ya este plan incluya un año de vacaciones en la costa de monte carló en el principado de Mónaco que
no estaba previsto.
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